Un bacaro es un bar de vinos característico de Venecia, una tasca o taberna en la que tomar un ombra (una copa de vino) en la barra acompañada de algo rápido como los cichetti, típicas tapas venecianas.

En los bacari, encontraréis una amplia oferta de vinos locales y regionales, que a menudo se degustan de pie, por lo que lo mejor de ellos es que puedes montarte una ruta de bacari y probar los vinos y cichetti de varios bares.

Como los primeros bacari se abrieron alrededor de Rialto, es en esta zona donde se concentra la mayor oferta de estas encantadoras tabernas, que abren a primera hora del día y cierran, si abren por la tarde, sobre las 9:00 de la noche. Pero en todos los sestieri hallaréis locales donde pasar un rato delicioso y divertido.

Algunos bacari tienen cocina y ofrecen menú del día, pero los más clásicos suelen tener tan solamente las tapas que os comento, los cichetti. Suelen ser pequeños fritos o montados de pan con todo tipo de embutidos, quesos, cremas variadas, encurtidos o cualquier otro ingrediente. Rienda suelta a la imaginación. Pero fundamental… los cichetti no se comparten!. Si no queréis que os miren mal, no pidáis que os los corten por la mitad ni un cuchillo para ello. Dicen que cada vez que alguien pide compartir un cichetti, un veneciano muere de pena en algún lugar…

Podéis haceros una idea de la cantidad de vinos que encontraréis en un bacaro, dando un repaso al mapa vitícola del Norte de Italia. En él hallaréis muchas Denominaciones de Origen y tanto Venecia como el resto del Véneto son uno de los mayores productores de esos vinos. No dejéis de probar el Soave blanco, el tinto Valpolicella, el Bardolino, el Recioto de Soave (ideal a los postres) y el Prosecco, un espumoso suave, que es uno de los principales componentes del spritz.

¿Y sabéis de donde proviene la palabra bacaro? Pues a pesar de que se suele decir que viene del dios del vino Baco, esto no es así. Lo cierto es que proviene de la forma veneciana de decir «far bàcara», es decir, “ir de fiesta”.

Y la denominación de la copa de vino como “ombra” (sombra), tiene su origen en los vendedores de vino que se colocaban al pie del Campanile, en la Plaza de San Marcos, e iban rodeándolo buscando la sombra para mantener la mercancía a salvo del sol y que, de este modo, estuviese más fresquita. En algunos cuadros de Canaletto podéis ver esa disposición de los puestos al pie del Campanile… así que “le ombre” tienen varios siglos a sus espaldas. Y es que Venecia, los venecianos y el vino, están indisolublemente unidos. Y nosotros cuando estamos allí, nos dejamos llevar…

Si queréis haceros una buena ruta de bacari, tomad nota de mis preferidos que, os advierto, no tienen por qué ser los mejores. Como siempre, es una opinión subjetiva basada en mis vivencias. Mis zonas favoritas son los alrededores del Mercado de Rialto y las Fondamente de detrás del Ghetto.  En Santa Croce, seguro que hay locales que desconozco porque salvo que estéis alojados allí puede pillar más a desmano y no es un sestiere que solamos frecuentar, pero en el resto de sestieri tengo unos cuantos “fijos” que me gusta visitar en cada viaje.

En el SESTIERE DI SAN POLO, en la zona de Rialto, se encuentran varios de nuestros imprescindibles:

Al Mercá, en el Campo Bella Vienna. Es un pequeño bacaro en el que el vino se toma en la misma calle. La oferta de vinos es fabulosa y podéis tomar unos mini bocadillos, parecidos a las pulguitas españolas, de embutidos y quesos variados.

All´Arco, detrás de la Ruga Vecchia San Giovanni. Tiene unos crostini fabulosos, mi favorito es el de baccalá, pero todo está riquísimo y también tienen una cerveza artesana de producción local de muy buena calidad.

Bancogiro, en la misma plaza San Giacomo di Rialto, cuando bajáis del Puente de Rialto. Los calamares con polenta son increíbles pero tiene bastantes opciones y de más contundencia.

Diavolo, L´acquasanta, en Calle della Madonna. Son conocidas las polpette, albóndigas de arroz a las que añaden carne y verduras o atún, pero tiene muchas más tapas en la alta vitrina tras la que encontraréis a Silvano, “il Diavolo”. Dispone de comedor para comidas y cenas más al uso, con comida tradicional y sencilla de la que se puede pedir media ración. Es muy familiar y acogedor y los precios están en la media de Venecia.

Dai Zemei, en Calle L´ogio.Me gusta mucho este estrecho bacaro en el que codearse literalmente con los venecianos. EL mostrador está repleto de cichetti y pequeños bocadillos de todo tipo de los riquíso embutidos italianos. Lo regentan dos hermanos gemelos y las paredes están forradas con cientos de fotos de gemelos enviadas desde todas las partes del mundo.

Do Mori, en Calle Do Mori. Para ser sincera me gustaba mucho más hace unos años pero el sitio es muy chulo, con decenas de vasijas de cobre colgadas por el techo y la oferta de vinos y cichetti es muy amplia. Yo lo conocí por los libros de Donna Leon y me atrevería a decir que ha muerto de éxito. Este último viaje de enero, vimos un grupo guiado de turistas dentro y no me gustó, le ha quitado el “sabor” que tenía antes, de taberna para venecianos. Y, además, se ha encarecido. ¿Por qué lo pongo pues? Pues porque ha sido durante 20 años uno de nuestros TOP y al menos por los buenos tiempos merece estar en mi lista. Soy una romántica…

Antico Dolo, en Ruga Rialto. Otro de esos sitios a los que volver y volver. La selección de tapas no es excesiva pero la calidad es increíble. Debéis sentaros sí o sí porque no tiene más que una pequeña barra en la que caben dos o tres personas. Sin duda, debéis probar la trippa, un plato similar a los callos españoles que a mí no me gustan nada pero que a Antonio le encantan.

En el SESTIERE DI DORSODURO, hay zonas en las que el ambiente a la hora del vermut o del aperitivo de la tarde os volverá locos y os costará decidir dónde entrar. Me gustan estos, pero seguro que no conozco otros muchos… de momento:

Al Bottegon (o Cantine del Vino Gia Schiavi), en la Fondamenta Nani. Una locura la cantidad de vinos que tienen. También variedad de tapas para acompañarlos, no dudéis hacer una visita si pasáis por ahí.

Osteria Al Squero, también en Fondamenta Nani. Tiene montones de pequeños cichetti, con decenas de variedad de ingredientes, para hacer las delicias de turistas y lugareños. Solo hay unas pocas mesitas bajas, muy juntas, pero lo ideal, si el tiempo lo permite y no estáis muy cansados, es salir al exterior y, apoyados en el muro de la Fondamenta, tomarse allí el aperitivo con vistas al Squero di San Trovaso. Es de mis sitios favoritos.

Osteria Ai Pugni, al pie del puente dei Pugni en Fondamenta Gherardini. Hay pocas mesas pero una buena barra y amplia selección de vinos. La entrada suele estar muy concurrida de venecianos porque no es muy grande y los clientes salen a la calle copa de vino en mano. Los cichetti están ricos y los embutidos son deliciosos. De precio moderado y personal amabilísimo.   

En el SESTIERE DI SANTA CROCE, donde las masas de turistas no son tan abultadas, especialmente me gusta éste:

Bacareto da Lele, en Campo dei Tolentini, un pequeño y acogedor bacaro donde hacer una parada al salir de la visita a la preciosa Iglesia de San Nicolás. Panecillos y crostini de calidad y alguna tablita de embutidos. Vino de la casa, tinto y blanco, rico y económico.

En el SESTIERE DI CASTELLO, nos gusta mucho pararnos en las tabernas de Via Garibaldi donde resulta fácil entablar conversación y también en las situadas entre Campo Santa Maria Formosa y Campo San Giovanni e Paolo. Estas son algunas:

Osteria Salumeria, en Via Garibaldi. Comparados con otros locales, este no tiene cientos de vinos o tapas, pero lo que tiene es de calidad y el dueño es amabilísimo.

Bacaro Risorto en Campo San Provolo. Buenos bocadillos y tapas variadas de calidad. Hay otro en Cannaregio. A la hora del aperitivo, se llena de lugareños con ombra en una mano y cichetti en la otra. Si hace buen tiempo, los clientes salen al Campo con sus bebidas y tiene un ambiente muy majo.

Enoteca Mascareta, en Calle Lunga Santa Maria Formosa.Si paráis en esta enoteca, os encantará la decoración, los increíbles vinos que poblan los estantes y el ambiente al más puro estilo veneciano. Si os gusta el queso, tienen cosas muy interesantes.

En el SESTIERE DI CANNAREGIO, nos encanta pasar un rato por la tarde en la zona de Strada Nuova y las Fondamente de detrás del Ghetto. Allí paramos sí o sí en estos bacari:

Cà D’Oro alla Vedova, en una pequeña bocacalle sin salida de Strada Nuova, frente al Campo Santa Sofia. Sus exquisitas polpette son muy conocidas y solicitadas y el vino de la casa no está nada mal. Si queréis comer algo más contundente, tiene servicio de mesas y platos muy ricos.

Sbarlefo, en Salizzada del Pistor. Lo descubrimos porque está debajo de nuestro hotel y nos gustó el ambiente de venecianos con la copa de vino en la calle. Tiene cichetti que son “fritos”, lo más parecido que he visto en Venecia a los de aquí y, como son las tapas favoritas de Antonio, entramos para probar. Aquí descubrimos el Hugo, un spritz veneciano a base de sambuco y hierbabuena que está delicioso y el Select, el bitter veneciano para spritz del que luego nos trajimos unas cuantas botellas para nuestra vermutería.

Baccaro Risorto Venecia, en Campo drio la Chiesa. De los mismos propietarios que el de Castello, rico spritz y precios asequibles.

Al Mariner, en la Fondamenta dei Ormesini. Esta zona es nuestra favorita porque tiene un ambiente fantástico al pie del canal y las ofertas son amplias, un lugar ideal para descansar si estáis por la zona del Ghetto o la de los Mori. En Al Mariner, podéis tomar un spritz a media mañana o al caer la tarde y picar algún cichetti, pero también tienen comedor y un risotto de morirse. Para darse un goloso capricho.

Al Timon, también en la Fondamenta dei Ormesini. Ya os digo que esta zona nos gusta mucho, y en Al Timon encontraréis gente a cualquier hora del día. La vitrina de cichetti es apabullante y el spritz está bien de precio y riquísimo. Si sois muy carnívoros y la echáis de menos en Venecia, este es un buen sitio para daros un gustazo, pues los platos de carne aunque no son baratos, son muy completos y el producto es bueno. Me apasionan la tablas de embutidos, los embutidos italianos están muy ricos!!!

Paradiso Perduto en Fondamenta della Misericordia. Buenas tapas y también comida de menú o carta, con mucho interés en los productos de mercado y de cercanía y rotación periódica de la carta de vinos. El ambiente es fabuloso, con música en vivo y otras actividades. No deberías dejar de probar el “gran fritoin” un plato a base de pescado frito que sirven acompañado de polenta blanca. 

En el SESTIERE DI SAN MARCO, nos resulta más difícil detenernos a tomar algo porque es la zona más turística y por tanto puede subir más la cuenta sin más justificación que la cercanía a la Piazza San Marco. Aun así, tenemos algunos “fijos” y otros que hemos visitado en alguna ocasión y que nos gustan mucho:

Bar Ducale, en Calle delle Ostreghe. Al pie de un canal y un puesto de góndolas, nos gusta porque los vinos son buenos, aunque algo más caros de lo habitual por su cercanía a la Piazza. Y la verdad es que tenemos una historia personal con él que le hace más atractivo para nosotros. Es pequeño y sin mesas, lo que le permite legalmente no tener tampoco WC, pero qué le vamos a hacer… es como “nuestro”. Más que cichetti, lo que tienen son una gran variedad de bocadillos en todo tipo de pan, que los pasan por el grill. Es una buena opción para una comida rápida y barata o si estáis cansados, para llevar.

Bacarando in Corte dell´Orso, en Corte dell´Orso.Otro lugar donde probar las polpette (de carne o de atún) y tomarse un buen vino en un acogedor ambiente. En ocasiones hay música en directo para una velada completa. El personal tiene mala fama, pero para ser sincera, yo nunca he tenido esa sensación y mis experiencias siempre han sido buenas.    

Si os gusta alguno que yo no conozca, sed generosos y contádmelo! Venecia hay que descubrirla también en sus bares y tabernas, así que estoy siempre deseando localizar sitios nuevos. Cin cin!