Una de las tradiciones venecianas más multitudinarias que se celebraban durante la Pascua, era la visita que el Dux realizaba a la iglesia de San Zaccaria, situada justo detrás de la Basílica de San Marcos.

De este modo, al término de la Santa Misa, el domingo de Pascua, el Dux y su séquito se dirigían en procesión a la iglesia en agradecimiento a la donación de parte de sus terrenos que las monjas benedictinas, habitantes del convento anexo, hicieron a la ciudad para la ampliación de la Plaza de San Marcos.

La procesión salía de la Basílica y, recorriendo la Riva degli Schiavonni, llegaba a Campo San Zaccaria. Esto fue así hasta que, tras el asesinato de Pietro Tardonico, la ciudad decidió abrir el campo para conectarlo a San Marcos, construyendo los puentes de San Provolo y della Canonica. La entrada al campo desde este lado, permite disfrutar de uno de los portales más bellos de toda la ciudad.

¿Sabéis que en este lugar tiene su origen el corno ducale? El cuerno del dux, como se denominaba al gorro que fue uno de los símbolos del máximo mandatario veneciano, surgió cuando una abadesa, en una de estas visitas, regaló a Pietro Tardonico un gorro de oro y piedras preciosas. Tan ricas y lujosas eran estas prendas que los venecianos le pusieron el sobrenombre de zoia (joya). 

Por cierto, un cotilleo: este convento, adyacente a la iglesia, era el preferido por las familias patricias venecianas porque era bastante permisivo con las novicias; hasta tal punto que las fiestas celebradas por las damas venecianas eran famosas porque a ellas acudían jóvenes disfrazados y enmascarados que daban rienda suelta a la pasión y el desenfreno. Quién sabe lo que allí pasaría…