¿Conocéis la iglesia de San Giacomo dall´Orio? Se encuentra en el campo homónimo, en el sestiere de Santa Croce y es una de las iglesias más antiguas y fascinantes de Venecia (se remonta a finales del siglo IX).

No está muy claro el origen del nombre de esta iglesia y he leído varias versiones. Por lo que se refiere a la dedicación a Santiago, ha sido así desde el primer momento debido a la influencia de las corrientes de peregrinaje hacia Santiago de Compostela, ya que existía un fuerte vínculo con la península ibérica. Respecto a “Orio”, parece que entre las versiones más aceptadas hay dos: una que dice que proviene del antiguo nombre de la zona, “luprio”, que significaba suelo pantanoso, y otra que dice derivar de un árbol de laurel (alloro) existente en el lugar en que se edificó.

Sea como sea, como os decía, es una iglesia que se levantó ya entre los siglos IX y X aunque, en los siglos siguientes, sufrió varias y profundas transformaciones, hasta que a principios del siglo XV se llegó a la actual disposición en tres naves, transepto y ábside. De esta época es también el espléndido techo gótico de madera, a modo de carena de barco y que, para mí, es la joya del edificio.

La fachada es sencilla, discreta y, contrariamente a lo que suele ser habitual, no da al campo al que da nombre sino al Campiello del Piovan. Esta disposición es extraña en Venecia porque, como ya os he hablado en alguna ocasión, delante de las iglesias venecianas solía ubicarse un campo, destinado a plaza pública, huerto y enterramientos. También es curiosa la ubicación de su alto campanario veneto-bizantino, que ha quedado desplazado por las distintas reformas que ha sufrido el edificio. ¿No os recuerda al campanario de Torcello?

En la iglesia, una heterogénea superposición de estilos arquitectónicos, encontraréis trabajos de diferentes épocas y autores: Lotto, Bassano, el gran pintor veneciano Pittoni (cuya tumba se encuentra aquí) y Veronés; aunque un papel especial en su decoración es de Palma el Joven que pintó, además de otras obras, la sacristía vieja.

Fijaros, justo antes de la entrada, en la pila de agua bendita de mármol, atribuida a los botines que llegaron de una de las cruzadas y, también, en la preciosa columna bizantina de mármol verde con capitel jónico y basa. Porque el resto de columnas, no tienen basa, algo curioso de entrada, pero habitual en las iglesias románicas lagunares.

San Giacomo dall´Orio está incluida en el Chorus Pass, en esta entrada os hablé de ello y la entrada individual cuesta 3,00€ (actualizo porque en 2022, ya no está incluida, pero hacedme caso y pagar la entrada, merece la pena). La Iglesia es importante por su contenido artístico y sobre todo por su precioso techo, pero además, el amplio campo en el que se ubica, de los más grandes de Venecia, es un lugar muy popular, con mucha vida durante el día y, en verano, también de noche. Si pasáis por allí cerquita, no dejéis de sentaros en la terraza de la Enoteca Prosecco a descansar un ratito y, después, adentraros en la iglesia. Seguro que os gustará.