El Campanile di San Marco es el más famoso de los campanarios de la ciudad de Venecia. Desde lo alto de sus 98,6 metros, se tienen las mejores vistas de la Piazza así como una panorámica increíble del resto de la ciudad.
También desde lo alto de San Marcos se divisan el resto de campanili de Venecia pero ¿cuántos son? Pues actualmente alrededor de 180, incluyendo los de las islas de la laguna pero… llegaron a ser más de 200!

Si observáis con detenimiento la famosa vista de Venecia de Jacopo de Barbari, podréis haceros idea de la importancia de los campanarios en el skyline del centro urbano de Venecia. De todos esos campanarios que recoge Barbari, la mayoría han llegado hasta nuestros días tal y como eran entonces y esto a pesar de que, muchas de las iglesias a las que pertenecen, han sufrido intensas remodelaciones o incluso hasta han sido destruidas. Algunos como el de Santo Stefano o el de la Iglesia de San Giorgio dei Greci, están tan inclinados que parece que pueden caer en cualquier momento. También el de San Martino de Burano. Y no son los únicos. Y es que el particular terreno en el que se construyó Venecia constituye su principal hándicap también y, por ello, a los largo de los siglos algunos campanarios han ido cediendo a la fuerza de la gravedad.

Y claro, comprenderéis que, semejante cifra, da para mucho. Los estilos, alturas, estado de conservación e historias que los rodean son infinitos. Los hay anexos a las iglesias, exentos, inclinados, cortados por la mitad o apenas de un piso de alto; góticos, véneto-bizantinos, románicos, neoclásicos y renacentistas; de piedra de Istria, de ladrillo; con cúpula o sin ella… y algunos de ellos forman parte de las historias y leyendas que todavía circulan de boca en boca.

Por supuesto su función principal era la de marcar las horas y avisar a los venecianos de los servicios religiosos pero, además, tenían una función primordial: la de hacer de faro para las embarcaciones venecianas.
Durante las muchas guerras en las que se vio envuelta la Serenissima se utilizaron como torres de señalización y defensa, principalmente los 4 campanili más estratégicamente situados: el de San Marco, el de San Nicolò del Lido, el de San Pietro di Castello y el de San Francesco della Vigna. De hecho, el campanario de San Marcos llegó a albergar… unos cañones! En 1373 se izaron cuatro cañones hasta lo alto del campanile para estar preparados para la defensa ante un posible desembarco de los genoveses en la ciudad con quien estaban inmersos en la guerra de Chioggia.

Pero, ante la facilidad con la que en Venecia se producían y propagaban los incendios, los campanarios tuvieron gran importancia en la prevención de éstos: servían como punto de vigilancia y en ellos se apostaban los actuales vigili del fuoco, los vigilantes del fuego literalmente (los bomberos) que desde allí controlaban las preciosas chimeneas de la ciudad y los tejados de los edificios, haciendo sonar las campanas cuando un incendio se desataba.
Como escribía al principio, el campanario de San Marcos mide 98,6 metros, siendo el más alto de Venecia. Bien, pues el más bajo mide apenas 3 metros y generalmente pasa desapercibido por la gran y hermosa cúpula que domina la iglesia: San Simeone Piccolo.

Una tip extra: subir al campanile de San Marcos al atardecer, no tiene precio (bueno sí, 8€, pero ¿qué son 8 euros ante la posibilidad de tener Venecia a nuestros pies con esa maravillosa luz?). Y si queréis disfrutar de una vista fabulosa de la laguna y sus islas, no dejéis de subir también al campanile de San Giorgio Maggiore. Que ¿cuál es mejor? Sinceramente, yo no puedo elegir…