¿Recordáis cuando os hablé de las calles de Venecia? En aquella entrada os mencioné los nizioletti, esos bellos pequeños lienzos pintados sobre los muros en los que se escribe la denominación de calles, campi, sottoporteghi, ríos o puentes.

Pues bien, hoy quiero hablaros sobre la numeración de los edificios, que sigue, para variar y enamorarnos, un criterio completamente diferente al utilizado en todas las demás ciudades italianas. De hecho, la numeración no sigue un orden por calles sino por sestieri. De este modo, cada sestiere tiene su número 1 y cada vez que cambiamos de sestiere la numeración se reanuda desde ese número 1. Por ello, los sestieri más grandes, Castello y Cannaregio, tienen números más altos: en Castello por ejemplo se llega al 6828. Y, además, los números pares se suceden después de los impares: de ahí que no veréis los números pares a un lado de la calle y los impares al otro.

¿Imagináis a qué edificio corresponde el número 1 del sestiere de San Marco? Pues nada más y nada menos que al Palacio Ducal. Y en Dorsoduro, el número 1 pertenece a la Dogana da Mar.
Otra curiosidad es que, por razones históricas, algunos números que ya no tienen sentido y han caído en desuso siguen existiendo, así que no será difícil encontrar un número sobre una ventana en lugar de sobre una puerta. Esto es así porque en el pasado allí había una puerta de entrada a una casa. Incluso en algunas paredes, sin puerta a la vista, siguen conservándose los números pintados que recuerdan que en algún momento hubo casas allí. En Dorsoduro por ejemplo, sobre un muro, hay 4 números pintados seguidos que no corresponden a ninguna dirección actual, pero se mantienen claro, no sería muy práctico renumerar todo el sestiere por ello, ¿no?

Y ¿qué ocurre cuando se levanta una nueva casa al enterrar un río o al ocupar un terreno hasta entonces dedicado a otra cosa? Pues se añade una letra al último número existente: de este modo, junto a por ejemplo 235, aparecerá el 235A. Si os fijáis, seguro que podéis distinguirlos.

Este criterio de numeración es igual en Burano y Pellestrina, que también tienen divisiones en sestieri, pero no en Murano, Lido o los nuevos espacios levantados en el siglo pasado como Sant’Elena, donde sí se sigue el sistema de numeración ordinario del resto de ciudades italianas.
Y es que, el callejero veneciano, depara muchísimas sorpresas. No solo por su especial nomenclatura, sino también por su disposición o el sentido de la denominación de algunas de esas calles. Os iré contando cositas…
Hola,
esta entrada me ha parecido muy interesante, hace poco que descubrí este blog y me encanta.
Enhorabuena por todo el contenido que seguro que aprecian todos los enamorados de esa ciudad única y siempre fascinante que es Venezia.
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Gracias Mar, es muy gratificante saber que ayudo a los demás a descubrir esta hermosa ciudad.
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