Una cosa de la que Venecia puede presumir, una más, es de grafitis. Sí, sí, grafitis! Y no me refiero a las pintadas tal y como las conocemos ahora, llámese arte callejero (aunque algo de esto hay también, ya hablaremos de ello) o vandalismo.
En Venecia los grafitis se hacían en la piedra. Columnas, dinteles, pavimentos, paredes… cualquier soporte era válido para dejar huella de acontecimientos, leyendas o vivencias. Y cientos de ellos han llegado hasta nosotros. Como el que os traigo hoy: la huella de la congelación de la laguna.

Si habéis estado en invierno en Venecia sabréis que hace frío, mucho frío! Nieblas, humedad, vientos gélidos, temperaturas bajísimas… bueno, es invierno, es lo que toca, diréis. Y así es. Yo que me paso los meses fríos suspirando por el calor, que adoro la primavera, el buen tiempo, el sol, la luz… llego a Venecia, y me gusta su invierno. Se queda tan vacía… y se pone tan bella… no en vano este blog se llama “Venezia en invierno”.
Pero algunos años, el frío ha superado con creces todo lo que podáis imaginar. Tanto, que hay testimonios gráficos de la congelación de la laguna en varias ocasiones y de cómo la gente podía caminar sobre ella. Podéis ver estas pinturas: la primera, anónima, en el Museo Querini Stampalia, museo que os he recomendado en varias ocasiones por su maravilloso fondo de obras sobre la vida veneciana, la segunda, en Ca Rezzonico de Battaglioli.


Bien, este grafiti del que os hablo hoy, se encuentra en el sestiere de Cannaregio, concretamente en el Sottoportego del Traghetto sobre el rio dei Santi Apostoli. En él se inmortaliza la helada de 1864 en la que se podía ir caminando desde las Fondamente Nuove hasta el cementerio de San Michele y se puede leer: “eterna memoria dell´anno 1864, del giaccio veduto in Venezia, che se sta sule Fondamenta Nove, a San Cristoforo andava la gente, en procision che formava un liston, Vincenzo Bianchi”; algo como “eterno recuerdo del año 1864, de la helada acaecida en Venecia, desde Fondamenta Nueva a San Cristoforo iba la gente en procesión formando un liston” Y firma Vincenzo Bianchi.

Este sottoportego era el lugar de partida de los barcos que conectaban Venecia con las islas del norte de la laguna, Torcello, Mazzorbo y también Istria. Es de suponer que las esperas fuesen largas y aburridas y los pasajeros mataban el tiempo de esta manera. En muchos lugares de la ciudad se ven estos grafiti “pasatiempo” como el de la “pantegana”, una rata gigante que debió ser vista por algún viajero y quedaría tan impresionado que la dejó en la piedra para la posteridad.
No es mi caso, pero siempre he pensado que ir en busca de algunos de estos grafiti mientras recorréis la ciudad, puede ser una buena idea si vais a Venecia con niños. Yo no tengo niños pero como soy muy curiosa, los busco también…
Gracias por descubrirnos nuevos lugares. Conocía la existencia del grafiti, pero nunca supe donde estaba.
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Pues a por él! Suele haber algún guía enseñándolo a sus clientes
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Maravilloso como siempre. Gracias
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Gracias Helena, me alegra que te guste
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