Las Procuratie Vecchie eran las oficinas y el hogar de los nueve Procuradores de San Marco, un cargo vitalicio, que venía ocupado por patricios, a quienes se les encargaba la administración de los diferentes distritos de la ciudad.

Estas salas, cierran la plaza de San Marcos por el norte desde el siglo XII, aunque se desconoce la fecha exacta y también el nombre del primer arquitecto. El edificio que vemos actualmente, sin embargo, de 3 plantas y 50 arcadas, es del siglo XVI: se edificó respetando el estilo gótico del original, que se destruyó en un grave incendio de manos de varios arquitectos, incluido Sansovino.

Os aconsejo que dediquéis unos instantes a disfrutar de su arquitectura: no solo del precioso pórtico de 50 arcos sino también de los arcos menores de las otras plantas, de las ventanas con columnas acanaladas y capiteles de orden corintio, las ventanitas redondas del friso y las almenas que rematan la parte superior con decoraciones de jarrones. Que no os pasen desapercibidas entre tanta belleza que contiene la Piazza.

En este cuadro que pintó Bellini en el siglo XV, expuesto en las Galerías de la Academia, podéis ver el edificio original, de estilo véneto-bizantino, que tenía solo dos plantas. Por cierto que también podéis observar los edificios que más tarde se derribaron para edificar las Procuradurías Nuevas, en el otro lado de la Piazza, frente a éstas.

Accademia – Procession in piazza San Marco by Gentile Bellini

El edificio es propiedad, por increíble que parezca, de la aseguradora Generali: fue vendido por la República veneciana para costear los grandes gastos que las continuas guerras costaban al erario. Cerrado al público durante años, acaba de ser abierto tras una gran intervención arquitectónica y va a destinarse a proyectos sociales y exposiciones. Yo ya lo tengo en mi lista de pendientes para la próxima visita, claro, que será si todo avanza como debe, será en agosto.

Y con esta entrada quería hacer un pequeño “homenaje” a todos aquellos que me preguntan si aún no lo he visto todo…