Entre las muchas curiosidades que tiene Venecia, una de ellas es la calle Varisco.

Esta calle es la más estrecha de Venecia y probablemente también del mundo. Con tan solo 53 centímetros, la luz apenas penetra por ella y su estrechez no permite que entre el sol en ningún momento del día.

La encontraréis en el sestiere de Cannaregio, en las cercanías del Campo Widmann y de la divina e imperdible Santa Maria dei Miracoli.

La calle comienza con una columna dórica y adentrarse en ella puede resultar algo claustrofóbico. Debéis pararos a mitad de camino y levantar la vista hacia arriba: a mí, que me gusta tanto la luz y el sol, me provoca un poquito de melancolía esa perspectiva, en la que parece que vas a ser engullido por las paredes de los edificios que, sorprendentemente, tienen ventanas a esta calle.

Si avanzáis por el sottoportego, tras ensancharse un poquito, llegaréis a un canal, así que para salir, tendréis que volver sobre vuestros pasos. Por ello os aconsejo que si hay alguien “dentro” esperéis a que salga para pasar vosotros.

Y si os ha gustado esta curiosa calle y tenéis tiempo, siempre podéis “jugar” a buscar otras calli estrechas de la ciudad como Calle Stretta en San Polo o Calesela dell’Occhio Grosso en Castello o contratar este free tour de las leyendas venecianas para descubrir muchos otros misterios de la ciudad.

Ciao!