Hoy es un día importante en Venecia. Es el día en que se renuevan los esponsales con el mar, el día de la “Sensa”.

La Sensa se celebra en Venecia desde mayo de 998, cuando el Dogo Pietro II Orseolo conquistó Dalmacia. Pero fue a partir de 1177 cuando se convirtió en una celebración anual de recreación histórica, gracias a la firma del tratado de paz entre el Papa Alejandro III y Federico Barbarroja, que tuvo lugar en presencia del Dogo Sebastiano Ziani.

Con motivo de la firma de este tratado, el Dogo recibió un anillo del Papa que representaba el poderío y dominio de los mares de la Serenissima, simbolizando el matrimonio de Venecia con el mar.

Desde entonces, el día de la Ascensión, el Dux, a bordo del Bucintoro, una enorme galera de dos plantas recubierta de oro, y su séquito formado por diversas embarcaciones, se acercaba hasta la isla de Sant’Elena y, en el punto más alto de San Pietro di Castello, se encontraba con el Obispo, quien le daba su bendición. Todavía en la explanada frente a San Pietro podéis ver la piedra de color blanco que señala el lugar exacto donde ambos representantes de la ciudad, el terrenal y el eclesiástico, se encontraban. Luego, el Dogo acudía a la desembocadura del puerto de San Nicolò desde donde lanzaba un anillo de oro a las aguas de la laguna para conmemorar y confirmar el vínculo entre Venecia y el mar.

Con la caída de la República de Venecia y la destrucción del Bucintoro por las tropas napoleónicas, la fiesta de la Sensa se suspendió hasta 1965, pero a partir de esa fecha se recuperó y desde entonces, anualmente, el domingo siguiente al día de la Ascensión, tiene lugar el desfile de embarcaciones encabezada ahora por el alcalde de la ciudad.

Como antaño, la procesión parte de San Marco y llega a San Nicolò, donde, frente a la iglesia homónima, se recuerda la ceremonia del matrimonio del mar con el lanzamiento simbólico del anillo a las aguas. Es un día muy festivo y querido por los venecianos y la ciudad se engalana para celebrarlo, se montan puestos callejeros y varias regatas discurren desde San Marcos hasta el Lido, con las embarcaciones decoradas para la ocasión. Disfrutar de esta fiesta en Venecia es una de las cosas que tengo pendientes de hacer allí… otro motivo para volver.