¿Os habéis preguntado alguna vez a dónde van los desechos de los venecianos?

Seguramente habréis oído decir que cuando hay acqua alta no es recomendable descalzarse… pues mejor no hacerlo, sí, porque ya en los tiempos de la Serenisíma, los desagües de las casas canalizaban hacia los gatoi unos conductos de ladrillo que discurrían por debajo de las fondamente y llegaban a los canales.

Los gattoli (gatoi en veneciano) son desagües que canalizan el agua de lluvia pero, en Venecia, eran también una especie de pequeños túneles construidos con ladrillos, diseñados de manera que los sedimentos más pesados permanecieran en el fondo mientras que los más líquidos llegasen el canal. Para mantener las calles de la ciudad limpias, los gatoi se limpiaban constantemente de esos residuos sólidos, una labor bastante desagradable pero necesaria para una sana y salubre convivencia a cargo de los Cura gattoli.

Y la ventaja de Venecia es que el agua salina de la laguna también tiene poder desinfectante: la marea limpia aún hoy los canales continuamente, el agua de la laguna penetra en ellos dos veces al día renovándola y actuando como un poderoso limpiador natural.

En la década de los 60 del siglo pasado, con el avance de la tecnología, el uso de lavadoras y lavavajillas se popularizó y cada vez más comenzaron a usarse limpiadores químicos y papel higiénico provocando que los gatoi no dieran abasto, pues recibían mucha más agua de la que estaban preparados a evacuar. El ayuntamiento de Venecia dejó de limpiar los gatoi y ordenó el mantenimiento ordinario continuo de los propietarios de las casas. Para no obstruir la salida a los canales muchos de ellos se fueron elevando provocando muchos problemas durante la marea baja: olores, ratas… bastante desagradable, ¿no?. La solución pasó por plantear un alcantarillado moderno pero resultó imposible hacer un mapa exacto de la red veneciana, por lo que se optó por la instalación de fosas sépticas, la excavación de los canales para su mantenimiento y el compromiso individual de mantenimiento de los gatoi existentes.

Hoy en día hay más de 7000 fosas sépticas en la ciudad que permiten el tratamiento de las aguas residuales para que el vertido líquido al canal sea menos agresivo pero los residuos sólidos necesitan ser eliminados mediante intervenciones periódicas. A menudo por la ciudad se pueden ver los barcos vaciando fosas sépticas que son obligatorias para los negocios, la restauración, los museos y hospitales y las oficinas pero también las hay en viviendas particulares aunque no sean obligatorias. De hecho la solución de la fosa séptica de Venecia no siempre es factible ya que los tanques necesitan espacio, el más grave problema de la ciudad.

Pero no es una situación para llevarse las manos a la cabeza porque, aun en las ciudades con una red de alcantarillado moderna, las aguas residuales acaban en los ríos y en el mar. Solo que en Venecia todo esto se ve…

Por cierto… estos días, Venezia en Invierno, está de celebración. Ayer hizo 4 años de mi primer post en Instagram y el jueves que viene hará también 4 años que publiqué la primera entrada en este blog. No quería pasar la oportunidad de agradeceros a los fieles seguidores vuestra fidelidad y todas esas palabras bonitas que me hacéis llegar semanalmente. Felicidades a todos porque Venecia, compartida, es mucho mejor.